EL CONVENTO EN EL S. XVI Y EL NUEVO CONVENTO DEL S. XVIII (PARTE IV)




De estos acontecimientos se informa al Consejo de las Órdenes que “mando deshacer las Bóvedas que se expresaban en dicha declaración, y cuanto fuese necesario… sustituyendo en lugar de las Bóvedas, pisos de Bigas para formar bovedillas…”, solución que había dispuesto Lesmes en su informe.
Con estos nuevos asientos y disposiciones continuaría la obra hasta la muerte de Lesmes en 1802 “estando ya la vivienda del Norte, parte de la de Poniente, sitio de Escalera principal, y habitaciones contiguas levantadas a toda su altura, hechas las maderas de sus pisos, y cubiertas con las armaduras de texados correspondientes, aunque a teja vana. En lo restante se halla todo el segundo cuerpo, elevado, puestas las maderas paras sus pisos, y cerrado con tejado provisional. En parte de la vivienda de medio día se está levantando el 42 cuerpo, que es el último de su altura. El primer cuerpo bajo del Patio, que es de piedra dura se halla concluido en sus cuatro lienzos, y hechadas la mayor parte de las Bóvedas, y en el segundo pórtico alto se hallan elevados los Machones; volteados los Arcos y Zerrado de tejado provisional los Lienzos Norte, y Oriente, y se sigue trabajando en el de Mediodia».
La última etapa documentada comenzaría en octubre de 1802, después de la muerte del arquitecto, y llegaría hasta 1803. En este año todavía no se acabaría el edificio, aunque no era mucho lo que quedaba, y José Pérez Piñuela tenía la esperanza de terminarlo en 1804. Esta etapa al contrario de las dos anteriores no sería dirigida por ningún arquitecto, aunque Juan Marcelino
Sagarvinaga y Orrá mandaría una solicitud en diciembre de 1802 que no fue atendida.
En agosto de 1803 la obra se encontraba con respecto a sus fachadas concluida en su totalidad, solamente quedaba la esquina entre poniente y el lado sur como corrobora la documentación siguiente:
“Explicación del borrador del Plan de la obra.
Tiene cuatro órdenes de Ventanas.
1º Las de los sótanos con rejas de tres pies de largo y dos de alto.
2º Las del piso igual al patio con rejas de 9 pies de alto y cuatro de ancho.
3º Cuarto principal de 10,1/2 pies de alto y 4,1/2 de ancho abiertas para rejas o balcones.
4º Cuarto segundo sin rejas de 11 pies de alto con antepecho de piedra y 3 y medio de ancho.
Al oriente y plazuela de la iglesia tiene dos ventanas en cada piso de frente y tres de alto cubiertas ya con el tejado igual del coro alto, y allí es su altura de 46 pies de línea.
A medio día o cuesta grande tiene 13 ventanas por banda, y las 4 unidas anteriores, están ya como ellas, cubiertas con el tejado. Las 9 restantes faltan en el cuarto principal y último que se están ahora ejecutando hasta la esquina donde será su altura de 66 pies.

A poniente tiene la misma altura donde hay 11 ventanas de las que se siguen 7 a la altura de las 9 anteriores: las otras cuatro y las del Norte están igualmente concluidas que las primeras, esto es las paredes y tejado.
La fachada es igual por los tres costados, pues por la iglesia no la tiene. La vista interior del patio con los 4 ángulos y está cubierto con tejado provisional.
El del lado de la iglesia solo servirá para la escalera principal.
El del lado Norte para la habitación de dos señoras y dos legas.
El de Poniente para refectorio al patio y sala de Juntas encima para cocina y sobre ella la galería a la calle de carniceros hasta la puerta carreta.
El de medio día para cinco señoras, dos legas, noviciado y enfermería: En todos hay varios pasadizos y corredores.
Entre el refectorio y cocina hay un patio triangular, que da luz a estas dos oficinas.
Hay 10 pies y medio de una ventana a otra.
Tiene ya tejado todo lo que abraza los puntos desde medio día todo el norte y parte del poniente».
El edificio como podemos comprobar por la descripción estaba práctica-mente terminado, y se concluiría en el plazo estipulado, o muy poco después. A este nuevo convento no volverían las religiosas, y después de la guerra de la Independencia se intentaría reformar según unos planos de Blas de Vega, para convertirlo en Colegio Militar del Rey de la Orden de Santiago, ya que el colegio anterior había sido destruido por los franceses. Este plan tampoco se llevaría a cabo y en 1843 es habilitado para instalar la cárcel cuya fundación desempeñó hasta la construcción de una nueva.
Una vez retirada la cárcel de este edificio, en su perímetro conventual, el 3 de marzo de 1961, se decidió construir la actual Casa de Correos y Telégrafos, sin embargo en el edificio, diseñado por Manuel Martín Rodríguez, todavía permanecerían el Archivo Histórico Municipal y la Escuela de Artes y Oficios. E primero se trasladó al Patio de Escuelas Menores el 3 de febrero de 1962, mientras que la Escuela tendría que esperar hasta el primero de julio de 1964, cuando la Corporación municipal compraba un solar en la Avenida Héroes de Brunete, hoy Filiberto Villalobos, para edificar en él la nueva Escuela de Artes y Oficios. Después de estos acontecimientos, se planteó la posibilidad de habilitar la casa de las Comendadoras de Santiago para poder acoger el Palacio de Justicia, proyecto que no llegó a materializarse, y en 1965 se decidió demolerlo para realizar un bloque de viviendas particulares, que permanecen en la actualidad. Este nuevo edificio tuvo una paralización en sus obras, no consiguiendo su habitabilidad hasta 1985.


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