Conclusión


              

Desde la postguerra hasta la implantación de la democracia en España, se perdieron una parte nada desdeñable de los bienes patrimoniales de carácter arqueológico y monumental. La causa fue la desidia oficial, las consecuencias del boom de la construcción turística y de la expansión especulativa de las grandes ciudades. En muchos pueblos se dejaron caer castillos, palacios e iglesias. En ocasiones, se vendieron bienes muebles a marchantes y traficantes, muchos de ellos extranjeros. Por lo tanto, no es exagerado afirmar que, en esta época, desapareció una parte significativa de nuestra riqueza patrimonial.  Pero… ¿A qué se debió esta destrucción?
Nuestra opinión personal gira entorno a   la falta de conciencia social y el poco valor que en aquella época se le daba al patrimonio cultural, un valor que tiene que empezar primero en el seno de las familias, enseñando a nuestros hijos la importancia de conservar las tradiciones, nuestro patrimonio, nuestra identidad y después en los colegios e institutos. No nos cabe en la cabeza que nadie saliera en aquel Noviembre de 1965 a la calle a protestar por el derribo de una parte importante de la identidad de nuestra ciudad.

¡¡¡Qué gran importancia  tiene la educación en una sociedad!!!.  La educación es uno de los factores que más influye en el avance y progreso de personas y sociedades. Además de proveer conocimientos, la educación enriquece la cultura, el espíritu, los valores y todo aquello que nos caracteriza como seres humanos. La educación es necesaria en todos los sentidos. Para alcanzar mejores niveles de bienestar social y de crecimiento económico; para nivelar las desigualdades económicas y sociales; para propiciar la movilidad social de las personas; para acceder a mejores niveles de empleo; para elevar las condiciones culturales de la población…

Por lo tanto es importante trabajar desde los centros educativos la importancia de preservar el patrimonio Cultual, es fundamental enseñar a los más jóvenes  que el patrimonio cultural nos une a todos a través de su  historia y sus  valores comunes, hacerles entender que no sólo es un valor del pasado sino que  también nos ayuda a crear nuestro futuro como personas y encontrar caminos comunes de entendimiento y unión. El patrimonio cultural favorece el intercambio y el diálogo intercultural e; nos ayuda a entendernos y representa la riqueza y la diversidad de nuestros pueblos. Es fundamental que nuestros jóvenes sepan que el patrimonio cultural  no solo se encuentra en la literatura, el arte y los objetos, sino que también está presente en los oficios que aprendemos de nuestros antepasados, las historias que contamos a nuestros hijos, los alimentos que consumimos, los libros, el teatro, la música, la danza, las películas que vemos …


Lo que queda de nuestro patrimonio, que es aún muchísimo, está en situaciones muy desiguales. Esta desigualdad depende del mayor o menor interés que se tiene por rescatar y dignificar los bienes patrimoniales por parte de los ayuntamientos, de las administraciones autonómicas, o de otras administraciones. En muchas ocasiones, este interés viene incentivado por la presión que ejercen grupos de ciudadanos con mayor grado de sensibilidad por la conservación y la correcta valoración del patrimonio cultural. Esta presión social ha sido, en gran medida, la que ha forzado el rescate de aquello que podía perderse. Está en nuestra mano que no vuelva a ocurrir lo que pasó con el Convento de las Comendadoras de Santiago, un patrimonio que nos pertenece a todos y que queremos conservar.

.

Comentarios

Entradas populares